Para estrenar la sección de música, he escogido una de las mejores canciones que he escuchado en mi vida.
"Nos sobran los motivos" del gran Joaquín Sabina.
Os dejo tres vídeos, cada uno con una intro diferente con su respectiva letra.
Poesía hecha música. Disfrutadlas.
(INTRO)
Este adiós, no maquilla un hasta luego.
Este nunca no esconde un ojalá.
Estas cenizas, no juegan con fuego.
Este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo.
Esta letra no la protestaré.
Ahórrate el acuso de recibo
Estas vísperas son las de después.
A este ruido
Tan huérfano de padre
No voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir
Este pez, ya no muere por tu boca.
Este loco se va con otra loca.
Estos ojos no lloran más por ti.
(INTRO)
Les presento a mi abuelo
bastardo
a mi esposa soltera.
Al padrino que me apadrinó
en la legión extranjera.
A mi hermano gemelo
a mi esposa soltera.
Al padrino que me apadrinó
en la legión extranjera.
A mi hermano gemelo
patrón de la venta
ambulante.
A mi tío el marino
que tuvo un sobrino cantante.
A mi tío el marino
que tuvo un sobrino cantante.
Al putón de mi prima
Carlota
y su perro salchicha.
A mi chupa de cota de malla
contra la desdicha.
y su perro salchicha.
A mi chupa de cota de malla
contra la desdicha.
Mariposas que tejen en
sueños
los niños con granos
cuando sueñan que
abrazan
a la Venus de Milo, sin
manos.
Me libré de los tontos por ciento,
de trento, del business.
Dando clases en una academia
de cantos de cisne.
Heredé una botella de ron
de un trochar moribundo.
Yo quería escribir la canción
más hermosa
del mundo.(INTRO)
Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas.
El puré de reproches con sardinas
las golondrinas muertas en la almohada.
son las habitaciones ventiladas.
El puré de reproches con sardinas
las golondrinas muertas en la almohada.
Lo malo del después son los despojos
que escayolan el humo de los sueños.
Los teléfonos que hablan con los ojos
el sístole sin diástole ni dueño.
que escayolan el humo de los sueños.
Los teléfonos que hablan con los ojos
el sístole sin diástole ni dueño.
Lo más ingrato es encalar la casa,
remendar las virtudes veniales,
condenar a la hoguera los archivos.
Lo atroz de la pasión es cuando pasa.
Cuando al punto final de los finales
no le siguen dos puntos suspensivos.